El “cementerio de los periódicos” fotografiado en el 2018. Credit: Jason Schumer

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Semanas atrás, yo reporté sobre cómo el hermano del concejal del Distrito 12, George Cardenas, se benefició de rentar un estacionamiento de una escuela primaria durante el Riot Fest. Fue un breve artículo en la edición del 14 de octubre de South Side Weekly, uno que reveló una familia que ganó dinero a través de conexiones con políticos locales. En otras palabras, negocio como lo de siempre en Chicago. 

El distrito 12 en el lado suroeste de la ciudad incluye partes de McKinley Park, La Villita y Brighton Park, donde al menos el 50 por ciento de la población habla español. El artículo fue publicado en inglés y en español. Quería tener en mis manos algunas copias del periódico para distribuirlas a los residentes del barrio, incluyendo los que entrevisté.

La mañana que salió el periódico, usé la mapa de distribución de South Side Weekly para encontrar el buzón de periódicos más cercano. La esquina de la 22 y Damen es una de las zonas más residenciales de Pilsen, con mínimo tráfico peatonal y una parada de autobús. No encontré ningún buzón. Caminé un par de cuadras al norte y al sur de Damen, pero no había nada. Pensé que habían quitado el buzón por alguna buena razón. 

Entonces continué hacia el oeste desde Damen a Marshall Boulevard en La Villita. Era una caminada de 30 minutos—o diez minutos por autobús—hacia el siguiente buzón, al menos según el mapa. Tomé la Cermak, una calle de doble carriles muy transitada y llena de carnicerías, restaurantes y talleres. Pensé que iba a encontrar un buzón de periódicos en algún lugar del camino. 

Pero de nuevo, no encontré nada. Llegué a Marshall boulevard, cerca de Douglass Park, donde normalmente hay familias recogiendo a sus hijos de la escuela. No pude encontrar un buzón de periódicos por ningún lado. No eran solamente los buzones de South Side Weekly, tampoco no pude encontrar buzones del Reader, New City, o de las RedEye. Era un desierto de periódicos, sin medios de comunicación y poca cobertura.

Ahora sé lo que estás pensando: ¿quién todavía toma el periódico de los buzones? Los periódicos, como nos han dicho, son una cosa del pasado.

En el 2020, el New York Times reportó una adición récord de 2.3 millones de suscripciones digitales. Mientras tanto, las publicaciones físicas solamente agregaron 833,000 suscripciones. Al principio de este año, el Tampa Bay Times redujo la publicación de sus periódicos por cinco días. Unos meses después, cerraron la planta de impresa y lo vendieron. Incluso el Reader, el periódico semanal alternativo que está leyendo en este momento, cambió su tiempo de publicación a cada dos semanas. 

Los resultados de Google también sirven para recordarnos de nuestro futuro: “Los periódicos están desapareciendo más rápido de lo que crees”. “Los periódicos están muertos. Que viva el periódico”. “La lenta y triste muerte del periódico”.

Los periódicos han estado en rebaje durante décadas. Pero, como una empleada recientemente contratada para uno de los periódicos gratuitos de Chicago, puedo decirle que el periódico sigue vivo. Muchos periódicos más chicos, como nosotros, todavía dependen de los periódicos físicos. Cuándo algo nos impide distribuir el periódico, como la falta de buzones, el impacto le duele más a nuestra audiencia, especialmente a las personas que no reciben nuestras noticias de otra manera.

En una reciente reunión comunitaria sobre la cobertura de los medios de La Villita en la escuela St. Agnes de Bohemia, los residentes expresaron su preocupación por la falta de acceso a las noticias digitales. Preguntaban, ¿“Por qué deberíamos pagar una suscripción digital si las noticias no están en nuestra idioma principal”? Era similar al punto de un reporte de Nieman Lab que los immigrantes están en la parte inferior de la cadena de noticias debido a las dificultades del idioma y la falta de noticias desde su punto de vista. 

Por esa razón fue traducido ese artículo sobre el trato del estacionamiento en South Side Weekly. ¿De qué otra manera se enterarían algunos residentes de La Villita? 

Caminé hacia el sur desde Cermak a la academia escolar de Maria Saucedo. Las altas columnas que saludan a los visitantes en la entrada enseñan el legado enorme del edificio de la escuela. En alguna vez fue conocido como la Harrison Technical High School; ahora contiene dos escuelas primarias, la escuela Telpochcalli y Maria Saucedo. Durante las tardes, los padres esperan afuera por sus hijos mientras los vendedores callejeros preparan chicharrones y raspados. 

El estacionamiento al lado de la escuela, el sitio donde ocurrió el trato, no es más pequeño que la escuela. Estuve allí apenas una semana anterior hablando con los residentes del vecindario, aquellos que estaban ansiosos por leer sobre un intento de “vender su vecindario” en el periódico. No pude encontrar un buzón por ningún lado.

Caminé al sur otros diez minutos hacia la cárcel del condado de Cook. El único otro lugar para encontrar un buzón de periódicos en La Villita, según el mapa, fue en la 26 y California. De hecho, allí estaba. Me lleve unas copias, las distribuí a los vendedores callejeros y metí algunas más en los buzones de correo. 

Me tomó una hora para encontrar el periódico de South Side Weekly. Jason Schumer, el gerente director de South Side Weekly, sabía exactamente cómo me sentía. 

Hace unos años, Schumer notó que faltaban media docena de cajas en las paradas de tren y autobús de CTA. Un representante del Departamento de Transporte de Chicago (CDOT) le dijo que la ciudad normalmente elimina las cajas para aclarar las veredas. Schumer notó que sucedería frecuentemente durante los maratones. “Estaba frustrado porque desde nuestro punto de vista, al ser un periódico más pequeño, es un gran problema perder seis buzones”, me dijo. “Es inconveniente para nosotros porque no podemos comprar nuevos, confiamos en reusar los que ya tenemos”.

Los buzones de periódicos cuestan entre $200 y $250. Sustituirlos es un costo enorme para South Side Weekly, que sólo tiene al máximo 240 ubicaciones de distribución, incluyendo 45 buzones y una circulación de 8,000 periódicos. También dependen de los negocios y bibliotecas locales para distribuir los periódicos. 

“No creo que la gente a veces pase por las cajas y tomen un periódico”, dijo Clemente Nicado, fundador de Hoy, el periódico en español del Chicago Tribune que fue discontinuado. Ahora Nicado es el jefe de Nicado Publishing Company, la organización coordinadora de Negocios Now y El Chicago Hispano, que publican totalmente en español. Ellos no usan los buzones para distribuir sus periódicos.

“Yo pienso que hay que distribuir [los periódicos] donde la gente va más como las lavanderías y los mercados”, me dijo. Unos días después de mi búsqueda, encontré una pila de la última edición de El Chicago Hispano dentro del Cafecito Jumping Bean en Pilsen debajo de la parada de train de Damen mientras esperaba mi bebida. 

El periódico contenía artículos sobre los casos de COVID-19 en las comunidades Latinx y una campaña para vacunar a más personas. Era un lugar conveniente para atraer más personas, distinto a los buzones justo afuera.

Entonces, ¿dónde van los buzones de periódicos cuando la ciudad los elimina? En el 2018, después de intentar obtener respuestas de la ciudad, Schumer se fue buscando por los buzones. No encontró los buzones de South Side Weekly, pero sí encontró otros en la intersección de Ashland y Cortland en Bucktown debajo de la carretera I-90. Los buzones abandonados con nombres de papeles desconocidos estaban tirados en la tierra y grava esperando el fin del mundo.

Schumer me dijo que era como un cementerio de periódicos.

Recientemente fui a buscar esos buzones en el mismo lugar debajo de la carretera, pero no los pude encontrar. En cambio, encontré basureros y letreros de la calle. También había un campamento para personas sin hogar. El Departamento de Transporte de Chicago no respondió a nuestras preguntas antes de la publicación de este artículo.

La búsqueda de los buzones no se trata solamente de esa edición de South Side Weekly. Cuando los periódicos ya no están disponibles, se crean desiertos de noticias como la de La Villita, donde los residentes que sólo pueden leer el periódico físico ya no pueden hacerlo, incluso sobre temas que los afectan directamente. Las noticias, ya sea en periódico o digital, también deben estar disponibles en el idioma principal de las comunidades más afectadas. 

Cuándo hablamos del cambio a las noticias digitales, ¿cómo nos aseguramos de que la accesibilidad permanezca la prioridad para las personas que no hablan inglés?

En el Reader, por ejemplo, soy parte de nuestro nuevo Centro de Informes de Justicia Racial y Sala de Escritores, que se trata de transformar la forma en que cubrimos la raza (-ismo) y el activismo en una manera significativa. Como escribió recientemente nuestra jefa Karen Hawkins, es parte de un esfuerzo para “ser realmente una publicación para todo Chicago”. 

Una parte igual de eso es asegurarnos de que realmente nos estamos comunicando con usted, el lector. En este momento tenemos una circulación de 60,000 periódicos y cerca de 1,200 ubicaciones de distribución. Eso no es suficiente. Me gustaría ver un mapa de distribución del Reader que incluye más buzones en Gage Park, Back of the Yards, y West Englewood, igual como hay en Lakeview, Andersonville, y River North. 

También nos conviene traducir nuestros artículos en español para que también estemos conectados con las comunidades Latinx de Chicago, que ahora representan un tercio de la población de la ciudad. 

“Siempre podemos hacer más”, dijo Tracy Baim, también jefa del Reader, a quien interrogué sobre el modelo de distribución del periódico, tal vez algo que no debería hacer en mi primera semana de trabajo. Me dijo que acaba de ordenar buzones para muchas calles con tráfico en el lado sur y suroeste. “Creo que los periódicos son un gran equilibrador, especialmente los periódicos gratuitos, y por eso creo que aguantaremos ese modo de distribución lo más largo posible”. 

¿Necesita más buzones de periódicos en su vecindario? ¿Usted es parte de un negocio local interesado en ayudar a distribuir nuestro periódico? Contáctenos. También me gustaría escuchar de usted sobre cómo formar nuestro nuevo enfoque para cubrir la injusticia racial en Chicago. Puede enviarme un correo electrónico a kgarcia@chicagoreader.com.